La sencillez del Dr. Bach y su Sistema Floral
La sencillez
"Curar con los agentes limpios, puros y bellos de la naturaleza es, sin duda, el método que más nos atrae a todos"
- Dr Edward Bach, 1930
Tinturas madre
Es marzo y el árbol de Cherry Plum (Cerasifera) se encuentre prácticamente floreciendo en el jardín del Centro Bach. En los próximos días llegará la hora de preparar las tinturas madre de Cherry Plum.El fabricante recogerá suficientes ramitas en flor como para llenar dos cacerolas. Verterá agua en las cacerolas y las pondrá a hervir sobre la estufa. Cuando hayan hervido por media hora las pondrá afuera en el jardín para que se enfríen.
Más tarde filtrará el líquido y lo verterá en botellas de uso médico color marrón con capacidad para un litro, mezclado en partes iguales con brandy. Esta es la tintura madre que será etiquetada y almacenada.
Cuando llegue el momento de diluir la tintura madre en botellitas de "stock", será mezclada con más brandy en una planta de embotellamiento en Londres, dos gotas de tintura madre por cada 30 ml de brandy.
Es un proceso sencillo que no requiere de preparación o habilidades especiales. Todo lo que se requiere es el sol, agua, brandy, botellas y la planta correcta en el día correcto.
Mientras esperar a que el árbol florezca hay otras cosas que hacer. El Centro Bach recibe correos electrónicos de todo el mundo, la mayoría preguntado cómo usar los remedios. La gente llega a confundirse por las diversas ideas, métodos y creencias ligadas a los remedios, e inclusive asuntos tan claros como la cantidad de gotas diluidas a tomar cada vez pueden resultar confusos cuando escritores diferentes recomiendan todo desde dos a 16 gotas a la vez.
De hecho, la dosificación es tan sencilla como hacer un remedio: todo lo que necesita hacer es leer las indicaciones y tomar los remedios que piensa que necesita.
Historia
Aquí pasamos mucho tiempo hablando sobre la sencillez, lo cual considero que demuestra, que para mucha gente la sencillez es un asunto difícil y complicado. Ciertamente la historia de los remedios sugiere que puede pasar mucho tiempo hasta alcanzarla.El Dr. Bach se recibió como médico en 1912 y al recibir su título dijo: 'me va a tomar 5 años para olvidarme de todo lo aprendido'. De hecho requirió de más tiempo. Fueron 18 años después cuando finalmente dio la espalda a la investigación ortodoxa, rompió los tubos de ensayo de su laboratorio y abandonó Londres.
El descubrimiento de las 38 flores de Bach le tomó otros cinco años. A lo largo del camino el Dr. Bach perfeccionó dos métodos completamente nuevos para preparar medicina de las plantas - los métodos de sol y ebullición, que sigue siendo utilizado hoy en día.
Al mismo tiempo su sensibilidad a la naturaleza creció. En 1935 llegó a padecer a tal grado cada uno de los 19 estados mentales para los que necesitaba un remedio, que sólo encontraba alivio cuando hallaba la planta correcta.
Finalización del sistema
El Dr. Bach declaró su sistema concluido cuando tuvo todos los remedios que necesitaba - 38 preparados en total, que entre sí podrían generar casi 293 millones diversas combinaciones y sin embargo son tan sencillos de hacer y usar que cualquiera podría hacerlo.El Dr. Bach había gozado de muchos años de investigación exitosa en Londres. Su trabajo le había traído fama y un elevado grado profesional entre los médicos ortodoxos y homeópatas. En pocos años había creado un acercamiento curativo completamente nuevo, que se centraba exclusivamente en la salud emocional y espiritual de la gente, en lugar de los síntomas físicos.
Se podría esperar que tras su muerte dejara estanterías llenas de notas y publicaciones escritas para la posteridad. Pero en este sentido también había decidido dejar las cosas tan claras y sin confusión como le fuera posible.
Así, mientras se encontraba en el proceso de encontrar los nuevos remedios, el Dr. Bach iba desechando ideas y teorías innecesarias para su práctica. El laboratorio y la investigación ortodoxa fueron los primeros en irse, pero aún seguiría más.
Conforme iba progresando fue eliminando el uso de la sucusión; investigaba y descartaba las relaciones entre los remedios tipo y la astrología; dejó de diagnosticar por los síntomas físicos y abandonó, por considerarla innecesaria, la idea de los diferentes remedios trabajando en planos 'elevado' y 'bajo'.
Hacia el final hizo una fogata en el jardín de Mount Vernon, donde quemó muchas de sus primeras notas, con la determinación a que no sobrevivieran para evitar confundir y desviar a la gente en el futuro. Todo lo que se necesitaba decir estaba dicho en las 32 páginas de Los Doce Curadores.
En su mente el trabajo descartado y las teorías abandonadas eran como un andamio: útiles mientras se suben los muros y se pone el techo, pero molesto e innecesario una vez que la gente está lista para mudarse y habitar la nueva casa.
En 1936 algunas personas empezaron a promover la idea de combinar los 38 remedios en un sólo elixir y de esta manera solucionar los problemas de todos con una sola mezcla - una idea que mismo Dr. Bach ya había experimentado y que tuvo que descartar.
'Considero que ya has visto cada fase del trabajo,' le escribió a su amigo Victor Bullen en octubre de ese año, un mes antes de su muerte. 'Eso, que empiecen a aparecer agencias materialistas que distorsionen nuestro trabajo, demuestra su valor, porque la distorsión es un arma más grande que el intento de destrucción.'
En la misma carta define la trayectoria que deberían seguir sus sucesores. 'Nuestro trabajo es mantenernos firmemente adheridos a la sencillez y pureza de este sistema de sanación,' dice. 'Y cuando se haga necesaria la próxima edición de Los Doce Curadores tendremos que tener una introducción más amplia, resaltando con firmeza la inocuidad, la sencillez, y los poderes curativos milagrosos de los remedios.'
Los valores y el cambio
Sencillez y pureza: el Centro Bach existe porque Victor y Nora Weeks y Mary Tablor, el equipo de Dr Bach, le prometieron que continuarían manteniendo esos valores.Pero los tiempos cambian, dice la gente. Las cosas son más complicadas. Hay toda clase de técnicas de gran alcance disponible ahora y con que no se contaban en los tiempos del Dr. Bach - técnicas que se podrían haber utilizado, si hubiera tenido acceso a ellas. Y cada semana escuchamos de una nueva manera de seleccionar o aplicar o hacer los remedios, o de nuevos remedios que podrían adicionarse a los 38 originales - seguramente que algunas de estas ideas son valiosas y dignas de incorporarse o apoyarlas de alguna manera?
Cualquier persona es libre de buscar otras maneras de trabajar con estos remedios, o preparar nuevas esencias, o desarrollar construcciones teóricas o religiosas propias. Nuestro camino es diferente.
En los días del Dr. Bach era posible leer Los Doce Curadores y experimentar directamente la sencillez y pureza de la concepción original. Gracias a los esfuerzos de los herederos del Dr. Bach - nuestros predecesores en el Centro Bach - la gente sigue teniendo la misma oportunidad hoy en día. Nuestro deber ahora y mañana es cerciorarnos de que el sencillo corazón del trabajo siga latiendo en el futuro.
Esto significa más que simplemente seguir imprimiendo los libros del Dr. Bach y manteniendo la casa abierta a visitantes. También significa estar presentes, como lo estuvo el Dr. Bach y lo estuvieron Nora y Victor, para hablar de su trabajo y recalcar su sencillez ante cualquier complicación o adición. Hay gurús y curas en todas partes para aquellos que los necesiten. Lo nuestro es una iglesia baja, con menos formalidades y menos ritos, donde la sencilla esencia original continúa siendo como la de 1930.
Lo que significa que quieren usteded que el tiempo se pare. No desean adicionar al trabajo, aunque las adiciones pueden hacerlo más útil..
El secreto de los grandes escultores es que sacan y realzan la figura contenida en la piedra, y una vez liberada, dejan sus herramientas. Como la figura en la piedra, los remedios no fueron creados por el Dr. Bach, sino descubiertos por él. Bach siempre habló de los remedios no como un logro personal, sino como un regalo recibido de la naturaleza y de Dios: 'Una vez que se nos ha entregado una joya de tal magnitud, nada puede desviarnos de nuestro camino de amor y deber para exhibir su lustre, puro y sin adornos, a la gente del mundo.'
Un regalo
Precisamente porque son un regalo y no una creación humana, el sistema de los 38 remedios es perfecto y completo en sí mismo. Nuestra afirmación se basa en dos hechos:- primero, que las emociones humanas no han cambiado desde los años 30, aunque las causas de nuestros miedos, preocupaciones, celos y entusiasmos sean diferentes;
- segundo, que en casi ochenta años nunca hemos dejado a alguien con las manos vacías. Durante todo este tiempo la gente, no solo ha recibido los remedios, sino que ha aprendido a utilizarlos, lo cual no hubieran podido hacer si el sistema fuera complicado.
'Tan sólo piensen en la alegría que representa para cualquier persona, que así lo desee, poder hacer algo por aquellos que están enfermos,' exhortó en una conferencia en Wallingford dos meses antes de su muerte. 'Les da el poder de ser sanadores entre sus prójimos.'
Este es el mensaje central del Dr. Bach: todos somos sanadores. Cualquiera puede utilizar los remedios. Cualquiera puede curar y, durante el proceso, llegar a entender quiénes son y tomar las riendas de sus propios destinos.
En ese caso, porqué entrena el Centro Bach a profesionales de Bach?
El Centro Bach no ha creado los practitioners - ellos ya existen y la gente va a verlos porque encuentran provecho al hacerlo. Algunos practitioners eligen trabajar de una manera que resulta más difícil de entender para la gente, lo que puede darle, no sólo un sentido misterioso, sino también de dependencia. Por nuestra parte entrenamos a nuestros profesionales para trabajar como educadores, de modo que sus clientes puedan aprender los remedios y aplicarlos en sus vidas. Nuestros mejores practitioners pierden a todos sus clientes, y son felices haciéndolo.
El Dr. Bach trabajó por varios años en hospitales y estaba muy consciente del efecto negativo que éstos provocan sobre el espíritu humano. Después de salir de Londres y de comenzar su trabajo con los remedios florales soñó con otra clase de hospital, un hospital donde la gente pudiera ir libremente en la búsqueda de si mismos y de aprender las lecciones que la vida les enseña.
Soñó con médicos que comprendieran a la gente como individuos y que estudiaran la naturaleza humana, en lugar de en tubos de ensayo y resultados clínicos de laboratorio; e imaginaba a los pacientes haciéndose cargo de su propia salud, entendiendo y aceptando las necesidades de sus almas, en lugar de atender únicamente las necesidades del cuerpo.
Al pensar sobre esto llegó a una conclusión asombrosa: el hospital, el médico y el paciente que describe el Dr. Bach son la misma cosa. Todos ellos se encuentran en cada uno de nosotros. El hospital no es un edificio en algún lugar, sino un estado mental en nuestro interior, un ángulo de nuestra alma. El médico del futuro y el paciente con sus facultades somos usted y yo, cada uno de nosotros ayudándonos a nosotros mismos y entre nosotros con estos remedios.
Remedios y lechugas
Palabras hermosas: pero los remedios se venden como vegetales en el mercado. ¿Dónde radica la auto-ayuda en eso?Cualquiera puede hacer sus propios remedios, y esta es la razón por la cual las instrucciones para hacerlos nunca fueron patentadas, sino que por el contrario se publicaron, primeramente en las primeras ediciones de Los Doce Curadores y posteriormente en el libro de Nora y Victor, Illustrations and Preparations (Ilustraciones y Preparados).
Por razones obvias la mayoría de la gente encuentra más fácil y conveniente utilizar los remedios ya preparadas por otras persona para su uso. Para resolver esta necesidad el Dr. Bach y más tarde Nora y Victor prepararon sus propios remedios para distribuirlos a los pacientes, y distribuían la tintura madre a un número selecto de farmacias en Londres, con las indicaciones para que las diluyeran en botellitas de remedios y las distribuyeran a través de sus tiendas.
Hoy en día las tinturas hechas con las plantas en el jardín del Centro Bach van a una de esas tres compañías originales, Nelsons, que distribuye los remedios en todo el mundo. Además hay otras empresas que hacen sus propias marcas de los 38 remedios - Healing Herbs, Ainsworths y otras. En lugar de ser vendidos en algunas farmacias se pueden comprarlos fácilmente en tiendas normales. Se puede encontrarlos en tiendas en los aeropuertos, se pueden comprarlos en los supermercados.
¿Qué pensaría el Dr. Bach de esto?
Esta disponibilidad no les gusta a todos. Bach se revolcaría en su tumba, dicen.Cualquier idea del Dr. Bach como un hombre místico, etéreo y esotérico, que sintiera rechazo por la gente común, está muy lejos del hombre que conocemos. El auténtico Dr. Bach cantaba canciones en el bar del pueblo y jugaba fútbol con los niños de la localidad. El verdadero Dr. Bach desafió al Consejo Médico General colocando un anuncio en los periódicos, y cuando le escribieron para censurarlo, contestó con las siguientes palabras: 'el anuncio era beneficioso para el público, lo cual considero, que es el trabajo de nuestra profesión.'
El Dr. Bach hubiera estado encantado de ver que los remedios se llevaran a los mercados junto con las coles, porque de esta manera se le facilitaría a la gente su compra y uso. 'Quiero que sea tan sencillo como esto,' diría, 'si estoy hambriento iré al jardín por una lechuga; si estoy asustado y enfermo, tomaré una dosis de Mimulus.'
La gente que vive en la ciudad y que no tiene un jardín compra sus lechugas en los supermercados; llegará el día cuando tengan la posibilidad de conseguir sus flores con la misma facilidad.
Nunca lo hemos ocultado: la sencillez es, para nosotros, tan dura de mantener como alcanzarla lo fue para el Dr. Bach. Desde el tiempo de Nora Weeks hemos luchado por mantener los remedios sin cambios y al alcance del mayor número de personas. Esta tarea nos ha conducido a través de tareas que parecen encontrarse a años luz de distancia de los tazones, las ollas y las flores - tales son las directrices del Consejo de la Comunidad Europea y sus regulaciones, inspecciones oficiales, control de calidad, estándares ingleses, seguro contra incendio.
De vez en cuando hemos visto conflictos y desacuerdos. Por un lado están los que quieren que los remedios sean misteriosos y mágicos y exclusivos. Por otro lado están los - de igual entusiasmo - que quieren venderlos como jabón, con poco respeto a los valores básicos del sistema original.
Pero los tazones, las ollas y las flores continúan. Y el mensaje de auto-curación sigue siendo lo mismo que en los tiempos en los que el Dr. Bach caminaba a Wallingford en 1936 para dar a conocer su trabajo al mundo. El hospital del futuro, ese santuario de paz, esperanza y alegría, se encuentra ahora en nosotros. Sólo tenemos que elegir descubrirlo.